Diáfora
Golpes de estado hemos tenido varios a lo largo de nuestra historia. Pero éste es muy particular. Un golpe que derrocó a Frondizi en 1962 y que instaló en la presidencia a José María Guido, un personaje casi desconocido y en cuyo gobierno se desarrollaron los procesos políticos y militares que terminarían por dar lugar a las elecciones de 1963; un golpe que deriva de un proceso de inestabilidad que se iniciara en 1955, con las dinámicas propias del denominado “Ciclo de la Libertadora”, el poder militar y sus recíprocas influencias con los partidos políticos; un golpe en el que la intervención del peronismo, con su líder exiliado, hacía equilibrio entre la integración y diferentes formas de la clandestinidad; un golpe, en el que el juego entre el comunismo y el anticomunismo, generalmente soslayado, ocupa un lugar crucial; un golpe, en definitiva, quizás resuelto por el mismo Frondizi… con un sucesor partidario del derrocado y con militares que no “quieren” hacer un golpe y que al final lo hacen.
Este sorprendente episodio de la historia nacional que, por momentos, adopta las características de un thriller, es útil hoy para dimensionar la complejidad de la naturaleza política de los argentinos, y su indagación viene a cubrir un espacio de vacancia en la historiografía; el autor combina el rigor metodológico que la problemática del período requiere con una escritura ágil y entretenida.