Diáfora
Durante los siglos que abarcó la modernidad clásica, la educación española estuvo fundamentalmente en manos del clero. Sin embargo, al transcurrir el siglo XVIII la situación comenzó a cambiar. La influencia de los ilustrados y la llegada al trono de la dinastía borbónica, convivieron con planteos acerca del tipo de educación que se debía impartir en relación con una redefinición de los vínculos entre la Monarquía y la sociedad. En la segunda mitad del siglo XVIII se enfrentaron diferentes propuestas de educación, cuyo objetivo fue promover un nuevo orden social o legitimar el existente. El presente libro propone -a partir del estudio de las obras de distintos ilustrados, así como de normas, ordenamientos legales y catecismos políticos- un estudio de las principales propuestas que se suscitan en este contexto. La educación como herramienta de control social propiciaba a los ilustrados un ámbito en el cual discutir las ideas de reforma: algunos proponían una educación secular, que debía abandonar los cánones católicos a fin de legitimar y dar cada vez más fuerza al catecismo político; mientras otros, en cambio, proponían una reforma superficial que mantuviera o profundizara, según los casos, los lineamientos católicos con el objetivo de sostener los fundamentos teóricos de la sociedad tradicional.
Durante los siglos que abarcó la modernidad clásica, la educación española estuvo fundamentalmente en manos del clero. Sin embargo, al transcurrir el siglo XVIII la situación comenzó a cambiar. La influencia de los ilustrados y la llegada al trono de la dinastía borbónica, convivieron con planteos acerca del tipo de educación que se debía impartir en relación con una redefinición de los vínculos entre la Monarquía y la sociedad. En la segunda mitad del siglo XVIII se enfrentaron diferentes propuestas de educación, cuyo objetivo fue promover un nuevo orden social o legitimar el existente. El presente libro propone -a partir del estudio de las obras de distintos ilustrados, así como de normas, ordenamientos legales y catecismos políticos- un estudio de las principales propuestas que se suscitan en este contexto. La educación como herramienta de control social propiciaba a los ilustrados un ámbito en el cual discutir las ideas de reforma: algunos proponían una educación secular, que debía abandonar los cánones católicos a fin de legitimar y dar cada vez más fuerza al catecismo político; mientras otros, en cambio, proponían una reforma superficial que mantuviera o profundizara, según los casos, los lineamientos católicos con el objetivo de sostener los fundamentos teóricos de la sociedad tradicional.