La democratización sexual, afectiva y familiar que se inició en la segunda mitad del siglo XX y que más recientemente se profundizó como efecto de la “cuarta ola feminista”, produjo avances en términos de mayor igualdad de género y libertad sexual, pero también nuevas jerarquizaciones y fronteras sexo-afectivas. El desafío actual radica en cómo promover este proceso de democratización sexual y familiar sin producir nuevos sujetos marginados, prácticas estigmatizantes o violencias sociales y estatales. Así como en transitar estos cambios sin caer en un eterno retorno de rejerarquización de las identidades y prácticas sexo-genéricas, e interpretar y resolver las conflictividades socio-sexuales sin sucumbir a los pánicos morales.
Son preocupaciones que este libro no puede por supuesto resolver, pero cuyos capítulos conllevan implícitamente como inquietud. Cada uno de ellos repone, a su manera y con su foco temático singular –la gestación por sustitución, el trabajo sexual, las no monogamias consensuadas, la intervención judicial en delitos sexuales y las condiciones de vida de mujeres trans y travestis- la comúnmente elidida relación entre grandes estructuras, prácticas cotidianas y significados profundos de los actores. Escalas analíticas indispensables para indagar con más detenimiento los cambios y continuidades de ese régimen sexual. Sin ese conocimiento, situado, respaldado empíricamente, reflexivo, inconcluso, no es posible augurar la profundización de este cauce de debates.
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