A medida que se avanza en la lectura de Nudos del Lenguaje, cierta pasividad o entrega vuelven más intenso el placer de la sorpresa, el gozo de la inteligencia no razonable. El gusto de ver derrumbarse o al menos tambalear certidumbres sobre el cuerpo, la voz, la escucha, la escritura, la fuerza, el arte... Derrumbarse, tambalear, ser heridos de muerte o por el contrario alzarse, surgir, abrirse, tratar de desatar los Nudos de este libro. Y no es menor la afectividad que toca el cuerpo. Tampoco son menores los autores elegidos, ni los fragmentos que encabezan y atraviesan cada nota. Cuerpo, escritura, voz, dice el subtítulo, y el nombre de los autores confirma la diversidad de los territorios, de los tiempos y del pensamiento: Merleau-Ponty, Nancy, Deleuze, Guattari, Lyotard, Barthes, Blanchot, Derrida, Badiou, son los puntos de partida de cada cada ensayo; nombres que se repiten y encabezan textos de corta extensión, de frases breves. Inusualmente intensas.