La "pérdida de realidad" en la Clínica Psicoanalítica de las neurosis
Las fallas que nos ocupan aquí son aquellas que imposibilitan el lazo social, el poder habitar un mundo compartido con otros; desde nuestra perspectiva sería necesaria una singular posición del analista. La dificultad para operar con significantes puede llevar a consolidar su palabra como proveniente de un Otro sin barrar, del cual surgiría una palabra única arrasadora. Será conveniente que un analista opere en transferencia, acompañando, sosteniendo y ofreciéndose como pequeño otro es decir un otro cualquiera que no detente un lugar de saber. El “ofrecerse” desde el lugar de un semejante convoca todo tipo de objeciones que ya han sido planteadas desde la más temprana teoría psicoanalítica. Sin embargo este trabajo intentará concluir que hay un modo de sostener esta afirmación. Se propondrá a través de recorrer las nociones tales como las de la de inconsistencia del Otro, la invención, y la llamada “posición femenina” en la transferencia. El saber del analizante se podrá desplegar si la posición del analista posibilita el alojamiento de aquello que ha sido tan mal visto/dicho. En el punto de vacío, donde lo fálico y la castración no están en juego, donde la ley paterna no funciona, donde no hay maestro que plantee una ley, la posición de La mujer puede dar lugar a “la invención”, verdadero horizonte del discurso analítico, y es en este lugar donde nos interesa situarnos en nuestra práctica.